mercredi 31 août 2011

Je reviens du Paraguay


Je reviens du Paraguay où j'ai donné un séminaire de deux jours pour la fonction publique et deux conférences au Centre paraguayen d'études canadiennes que dirige Mme Stael Ruffinelli, sur la métamorphose numérique de notre société et sur les défis et enjeux de l'âge du numérique.
Étrange pays, lointain pour moi, centre de l'Amérique latine, entre l'Argentine, l'Uruguay, la Bolivie, le Brésil et le Chili, que je ne connais encore qu'à peine, mais où je me suis fait déjà beaucoup d'amis. Ne manquez surtout pas la beauté de la campagne, les ruines jésuistiques, une merveille d'église franciscaine, le Museo del Barro d'Asuncion (www.museodelbarro.org). Un pays pauvre en plein développement, avec une croissance de 15% du PIB, mais où les différences sociales demeurent immenses entre la population blanche et la population indigène Guarani.
J'ai été très fier de donner une entrevue à une chaîne de télévision guarani, avec mêmes quelques mots en su habla guarani.
Aussi une entrevue au principal quotidien: ABC Color: http://www.abc.com.py/nota/conectar-y-producir-contenidos-prioridades-de-la-era-digital/
où je prêche pour le développement des technologies numériques et pour l'hyperhumanisme:

Natalia Daporta
ndaporta@abc.com.py

-¿Cuál es la responsabilidad del Gobierno con respecto a la inclusión digital?

-La responsabilidad de un Gobierno en cualquier país es desarrollar las redes digitales como la infraestructura, las carreteras, las comunicaciones en general. Pero no se puede cambiar de un día a otro. Lo digital parece como mágico, pero necesita mucho dinero y algo de educación. Para un Gobierno, es una prioridad conectar a las escuelas, a los pueblos aislados y desarrollar actividades digitales, porque valen para todo: la educación, la salud pública, el entretenimiento, la economía, el comercio, el turismo. En todos los campos de las actividades humanas eso es muy estratégico y muchos países lo consideran una prioridad. La idea principal es conectar; la segunda etapa es producir contenidos. En Canadá, por ejemplo, es importante producir contenidos canadienses, no solo consumir la cultura americana. Y faltan contenidos. Es un problema de identidad. En Paraguay no se pueden consumir solamente contenidos de Argentina, Brasil, Uruguay. Hay que desarrollar contenidos específicos de la cultura, todo lo que es específicamente de Paraguay. El guaraní es un habla que tiene que encontrar su espacio en la web. Pero es más importante, en el nombre de la diversidad cultural que se promueva un espacio digital guaraní, no solo tener software en guaraní. Eso no es tan importante como tener contenidos de la identidad guaraní, para atraer la participación guaraní en la era digital y apoyar la identidad de la cultura específica. Lo digital no debe ser un privilegio limitado a las ciudades, al dinero. Es un problema no solo de educación, sino de integración. Lo digital es una herramienta de consenso.

-¿Piensa, como Nicholas Carr, que Internet atenta contra la capacidad de concentrarse ?

-Internet cambia la estructura social, económica, política, la vida privada y también la estructura del pensamiento. Con Internet el pensamiento no es lineal: se salta de un link a otro. El pensamiento es arabesco, es como el zapping; es una nueva estructura de pensamiento. Eso se critica mucho de parte de la generación más vieja, pero el pensamiento así es más flexible, permite más creatividad, porque hay que adivinar el vínculo entre dos cosas diferentes. Con la navegación aprendimos a conectar informaciones que son diferentes, lo que aumenta la flexibilidad mental, como la habilidad de desarrollar el pensamiento. Es como en la poesía: el poeta tiene el poder de conectar dos ideas: el amor y el cielo, que no tienen nada que ver y así se desarrolla el romanticismo. Esta nueva flexibilidad que seduce tanto a los jóvenes es un valor agregado de intensidad del pensamiento y de innovación. Eso se refleja en la pedagogía, porque la pedagogía tradicional tiene su base en el aprendizaje lineal y con autoridad. Se tiene que desarrollar una cyberpedagogía que sea capaz de vincular ideas que no tienen un vínculo tradicional y eso hace la educación difícil para los docentes.

-Da la impresión de que la escuela se está quedando atrás en esta tarea.

-Por eso encontramos una doble crisis de la pedagogía en las escuelas. Ejercer la pedagogía es siempre un desafío, la nueva pedagogía vinculada con lo digital desvaloriza la autoridad del docente. Entonces aumenta la crisis de la pedagogía tradicional, si esta no es capaz de proponer contenidos y métodos adaptados a lo digital. Además es necesaria la formación de los docentes, porque los jóvenes muchas veces son más hábiles en la tecnología. Es un problema en cualquier país. No es suficiente dar presupuesto para poner computadoras en todas las escuelas. Eso es lo más fácil; lo que se necesita es desarrollar nuevos métodos, contenidos. Es una problemática de al menos una generación. Estamos en el medio de una nueva crisis. Lo que falta es el desarrollo de una nueva cyberpedagogía, pero se tiene que seguir y lo interesante es que lo digital cuestiona y pone en discusión la pedagogía tradicional. Y al fin va a resultar una nueva pedagogía más eficiente, que va a tener su base en la convergencia entre lo lineal y lo arabesco; libro tradicional de papel -que no se tiene que rechazar- y la pantalla. Y vamos a ver que la computadora es una herramienta de educación muy poderosa. Para los niños lo negativo es lo que se encuentra en la pantalla, como contenidos para adultos o demasiado tiempo para los juegos y no para leer libros. Es muy importante hacer el elogio del libro, utilizar libros tradicionales y no sacar el pensamiento lineal, solo ponerlo en una nueva dinámica.

-También es importante aprender a filtrar y reconocer la información.

-Se dice mucho que estamos en una sociedad de la información y de comunicación, pero la comunicación vale si tiene contenidos, si propone informaciones. Hay demasiado inflación de información, pero tenemos que dar calidad de contenidos.

-Las redes demostraron tener un gran poder de convocatoria en recientes protestas políticas y sociales.

-En Egipto, Túnez, Londres, se usaron como herramienta de convocatoria para ir a la calle, para llamar a la democracia. Eso vale. Es el buen aspecto, a pesar de que el primer ministro británico, David Cameron, denunció a Facebook como plataforma para llamar a la violencia, al mismo tiempo es una herramienta de democratización. Es la ambigüedad de la tecnología, que no vale lo mismo siempre. Es el uso humano el que está bien o mal: El auto no es bueno o malo, saca vidas y salva vidas, pero no vamos a eliminar el auto porque hay accidentes. Es un problema de educación. Hoy tenemos herramientas muy poderosas y no tenemos conciencia o sabiduría educada para seleccionar los buenos usos y rechazar los malos.

-Pero estamos aprendiendo.

-Sí, el espacio digital es como la sociedad real. Hay criminalidad, hay llamados a la solidaridad. Hay de lo mejor y lo peor, como en la sociedad real. Es una idea falsa pensar que lo digital es un mundo superior, sin peso sociológico, político económico. Refleja todo lo que hay en la sociedad real: luchas políticas, criminalidad, el progreso humano y es herramienta de desarrollo.

-¿Por qué hace diferencia entre la vida digital y la vida real? ¿Acaso lo digital no es real?

-Hay un estilo de vida que es digital. Mirar a la pantalla del celular cincuenta veces por hora, porque el celular es una tercera mano, un tercer ojo, una parte del cuerpo y si se va de su casa sin celular va a volver a buscarlo. Se integra en la intimidad, en el cuerpo humano, en todas las actividades. Hablo de la era digital como se habló de edad del fuego, que va hasta la utilización de la luz. Ahora estamos en la edad digital, de códigos binarios de información, donde se trata de manejar y gestionar información. Es un cambio muy radical en la evolución de la especie humana y tenemos que adaptarnos. Es un desafío porque lo digital cambia muy rápidamente, más que nuestras ideas y nuestra consciencia. Estamos ante el desafío de dominar a la tecnología; sacar lo bueno, no depender solamente de la lógica tecnocomercial, sino de priorizar el humanismo. Para el futuro de la especie humana es más importante la ética que la tecnología. La tecnología va a seguir, pero el desafío es desarrollar una ética planetaria. La imagen que podemos usar es que somos como niños con autos de fórmula uno y vamos a matarnos si no paramos a preguntar dónde vamos, cuáles son nuestros valores. Esa es la reflexión filosófica que hay que sacar de este nuevo entorno tecnocientífico.
28 de Agosto de 2011 00:00

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